Cuenta Regresiva

Ahora sí empieza la cuenta regresiva: me quedan solo 4 semanas en Florencia y me entristece saberlo porque alfín ya me siento como en casa.

Estamos en el punto en el que mis amigas son más que eso, ya son personas que se han vuelto parte de mi rutina, de mi historia, y de mi vida en Florencia. Las señoras Moroni ya no son sólo dos viejitas que nos dieron un espacio en su casa, su ternura y calor de hogar nos acogen y nos hacen sentir más que queridas. El oír a Francesca decirme "cara bambina" y darme un beso en la frente, o que Isabella se ría de todo lo que decimos Adri y yo en la cena son unos cuantos de los recuerdos que con tanto cariño voy a guardar.

La escuela va mejorando, en el salón me siento hasta adelante y en frente al pizzarón para evitar distractivos, lo que me ha dado más seguridad para preguntar mis dudas y que los profes noten que estoy interesada en el tema de clase. Cada día los maestros van conociendo un lado de mí que posiblemente por flojera no había mostrado. Creo que ahora realmente ven que soy muy responsable y dedicada; cuándo me pongo una meta en mente la cumplo y me esfuerzo hasta lograrlo. En especial Conny, la miss de política internacional, gracias a que hemos convivido en la academia de arte me ha ayudado a acoplarme al sistema con sus tips y pláticas de motivación... tánto que hasta me gusta llegar antes de la clase de arte a platicarle cosas de mi día y que ella me comparta sus historias de vida (que siempre tienen una lección detrás) siempre diciéndome: "hija en la vida..." y continúa la platica seguida de risas y sus famosos dichos chilenos.

Quiero aprovechar estas 4 semanas que me quedan, ir nuevamente a mis lugares favoritos a comer, pasar tiempo con las niñas, salir a caminar sin rumbo y perderme en las callecitas... todo ésto para realmente disfrutar mi último suspiro del aire de Firenze.